sábado

Hombres de ciencia de una raza diferente a la nuestra


“ «Hermanos míos, hace medio millón de años ésta era la mansión de  los dioses.  Hace medio millón de años esto era una deliciosa playa donde vivían hombres de ciencia de una raza y condición diferente a la nuestra. 
Vinieron juntos de otro sitio y algún día os contaré su historia. Con sus experimentos, desencadenaron la desgracia y las calamidades sobre la Tierra y huyeron de donde habían sembrado el desastre, abandonando así a los habitantes comunes de este mundo. Por culpa de sus experimentos, el mar se encabritó y se heló y aquí, frente a nosotros, tenemos a una ciudad inundada cuando la tierra se elevó, y con ella, el agua; una ciudad inundada y helada».
Escuchábamos con fascinado silencio a mi Guía, que continuaba hablándonos del pasado y de los documentos que se conservaban a mucha profundidad debajo del Potala, grabados en láminas de oro. Lo mismo que ahora se conservaban en Occidente documentos para la posteridad en lo que llaman «cápsula de tiempo».



Movidos por un común impulso, nos lanzamos a explorar los edificios que estaban a nuestro alcance. Mientras más nos acercábamos, más impresionados estábamos. Todo lo que veíamos era extrañísimo. Durante algún tiempo nos fue imposible comprender la sensación que experimentábamos.
Creíamos habernos convertido de pronto en enanos.
De repente comprendimos que la explicación era muy sencilla: aquellos edificios habían sido construidos para una raza que tenía el doble de nuestra estatura. Sí, eso era. Aquella gente -aquellos superhombres- tenían doble estatura de lo normal en nuestra época. Entramos en algunos de los edificios. Uno de ellos parecía haber sido un laboratorio,  y había en él muchos y extraños aparatos, la mayoría de los cuales funcionaban aún.

“El médico de Lhasa”, Tuesday Lobsang Rampa